UN SUEÑO, UN OFICIO, UNA FAMILIA. ARTESANÍA EN ESTADO PURO.
Nuestros tres pilares fundamentales
Es en 1968 cuando nuestro padre, Felipe Sánchez Vázquez, abre un pequeño taller al que da su nombre y en el que desarrolla su labor como ebanista, un trabajo manual, artesano, que bebe de la tradición de la madera y que se hace arte en los muebles a medida que nacen de su imaginación: exquisitas boisseries en maderas macizas, dormitorios clásicos o imponentes librerías convivieron con las nuevas tendencias modernas, que nuestro padre supo adaptar siempre a un mueble de calidad y exclusivo.
Nuestro taller original se convierte en fábrica y los colores, las formas y líneas se amplían para crear colecciones únicas con presencia en todo el territorio nacional. Pronto esas piezas darían el salto a nivel internacional.
La maquinaria más moderna convive con expertos ebanistas que materializan los diseños e ideas en LAB, el espacio creativo de La Ebanistería. Los acabados y los detalles especialmente pensados para marcar la diferencia completan el amplio catálogo de piezas únicas de nuestra firma.
Hoy, La Ebanistería está presente en más de 30 países, participa en las ferias del sector más reconocidas y cuenta con una red de distribución y exportación sólida para garantizar la excelencia en cada proyecto de decoración e interiorismo.
La segunda generación. Felipe, Roberto y Susana. Somos fieles herederos de nuestro padre. El olor a madera y el gusto por el trabajo tradicional impregnan la labor de la segunda generación; incorporados en la década de los 80 continuamos el oficio ebanista con diseños vanguardistas y estilos atemporales.
A lo largo de nuestra historia, la filosofía ha sido firme: fabricar piezas exclusivas aunando la labor artesana con los mejores y más novedosos acabados. Una forma de vivir y de sentir la madera que ha marcado tanto la creación como la innovación de nuestros muebles durante toda nuestra trayectoria de más de 50 años.
Esta es nuestra esencia.